Seguidores

14 de marzo de 2013

Con la iglesia habemus topado.

Soy ateo. Solo por decir eso, en algunos países estarían ya midiendo el grosor de mi cuello para llevarme a la horca. Por decir eso, en algunas épocas ya estarían cortando leña para hacer una fogata conmigo dentro. Afortunadamente, estoy en España en pleno 2013 y puedo expresar lo que me salga de los cojones mi opinión siempre y cuando sea consciente de que me someto al linchamiento de los que opinan lo contrario.

Además, soy homosexual, desviado, gay, marica, de la otra acera, invertido. Por decir esto, en algunos países ya me habrían rebanado la polla y me habrían tirado por algún acantilado que desembocara en piedras afiladas. Y por decir esto, en algunas épocas o bien me darían a un pupilo para ejercer con él la paideia o bien alguien gritaría "¡es una bruja!" y volverían a hacer barbacoa conmigo.

Por otra parte, soy un republicano que vive en un país donde hubo una guerra civil donde ganaron los malos de la película. Pero esto no lo digas muy alto, porque se ofenden los fachas. Fachas que se molestan por decirles que son fachas. Esto es curioso, porque a un rojo cuando le llaman rojo suele sacar el pecho y admitirlo con orgullo.

Me desvío del tema que quería abarcar. La religión, ese sitio al que acuden todas esas personas con algún tipo de vacío vital que intentan tapar adorando a un Jesucristo, a un Alá o a un Justin Bieber. A mí la religión me da igual, no me importa que exista, es más, creo que cumple una función social. Hay muchas personas que si no es por la fe se volverían locas, o que se vuelven locas porque tienen fe. Yo que sé. El caso es que ellos son felices así. Yo adoraba a mi Tamagotchi y me iba bien. El problema viene cuando esa fe tenemos que pagarla entre todos. Si yo pago la creencia religiosa de un sector de la sociedad, lo justo sería que ellos me pagaran a mí las entradas de las exposiciones de Star Wars a las que voy.

Pero a decir verdad, no estoy siendo del todo sincero. Sí que hay cosas que me molestan de la religión. Dije que soy ateo, homosexual y pertenezco a una España heredera de una dictadura católica. Tipos como yo han sido perseguidos por la iglesia católica desde siempre, y seguimos siéndolo. Por eso me tomo la libertad de criticar al papa, porque la institución que encabeza tanto el nuevo como sus predecesores me ataca constantemente y encima la estoy manteniendo con mi dinero. Algunos se llevan las manos a la cabeza cuando leen que Francisco I es homófobo, patriarcal y ha colaborado con una dictadura. Esa gente debe de confundir la iglesia católica con alguna organización a favor de los derechos humanos.

Yo ya he dejado de alarmarme ante este prototipo de representante de dios en la Tierra. Me asusta mucho más que aún haya tanto devoto que siga a ciegas a unos tipos que invierten grandes sumas de dinero para investigar si el limbo existe o si en Belén había buey y mula.

1 comentario:

Biónica dijo...

Olé, joder... OLÉ