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11 de julio de 2012

Dolor de muelas.

Soy de esas personas que tienen la fortuna de sufrir migrañas, pero este año han faltado a su habitual cita de junio. A cambio, me ha venido un dolor terrible de muelas. Yo le llamo cariñosamente migraña de muelas, porque echo tanto de menos esos dolores de cabeza y he compartido tantos momentos especiales con ellos que tenía que hacerles un homenaje o algo.

Pues bien. Llevo tres noches seguidas en las que no duermo porque a eso de las 2 de la madrugada me empiezan a palpitar la encía y la muela que intuyo la tengo picada. Me estoy drogando con el ibuprofeno para ver si me sirve de placebo, pero qué va, lo único que hace es dejarme es estado letárgico y amébico. Estos dolores son como el gobierno de Rajoy, que les pides piedad y clemencia y a cambio te dan un poquito más por culo para ver hasta dónde puedes aguantar. Claro, como el dolor es bucal, lo de comer o beber lo llevo un pelín mal. Mi vida actual es "los juegos del hambre" en el amplio sentido de la palabra.

Que podría ser inteligente e ir al dentista, que hay tres clínicas en mi barrio. Hay más dentistas que panaderías, vamos. Pero que eso no se paga solo. Que yo quiero ir, lo juro, y quiero con toda mi alma que me hagan un empaste, un desgarramiento de encía o un ataque nuclear al nervio, lo que sea que me alivie, pero es que no tengo un jodido euro, y morir de dolor es mucho más económico, mucho más poético y me permite el gustazo de estar quejándome todo el puñetero día.

Yo no sé qué es lo que he hecho mal, si me cepillo los dientes por puro placer rigurosamente después de cada comida, compro chicles sin azúcar y me enjuago con Listerine marca Hacendado sabor menta. Que lo único que me falta para salvaguardar del todo mi higiene bucal es rezar a la vírgen de las muelas. Estoy tan desesperado que gustosamente cambiaba yo este dolor por, yo que sé, halitosis.

Y mis experiencias con el dentista no son precisamente placenteras. Que una vez fui a dar los buenos días y me arrancaron los dos colmillos de leche. Es una experiencia que le recomiendo a todo el mundo. Además luego te llenan la boca con algodones, y se te mezclan con la saliva y la sangre y la anestesia, y tu boca pasa a ser un chocho masturbado por una batidora. Rico, rico.

Y bueno, que creo que mi único día libre de la semana lo voy a amortizar en ir al dentista.

5 comentarios:

Murciégalo dijo...

Va a ser el Listerine marca Hacendado sabor menta......

hahaha me reí mucho

C dijo...

Hay quien cree que es la alimentación, combinada con una correcta higiene, lo que determina la salud de los dientes. Y que también las migrañas pueden ser consecuencia de la alimentación.
Por si te ayuda de algo.

Kyra dijo...

Te sigo por Twitter y quería escribirte un privado pero no me deja XD Hummm... trabajas en la warner? si es así... en qué atracción?

Aitor Maiden dijo...

@Murciégalo: me alegro de que estas cosas que escribo entretengan a alguien.

@C: alimentaqué?

@Kyra: si has dado un repaso al blog y me lees habitualmente en twitter, creo que la respuesta es evidente XD. Puedo estar en cualquier atracción, estoy certificado en todas.

cepillos oral b dijo...

Es recomendable ir al dentista una vez al año y recomiendo usar el cepillo eléctrico ya que llega a zonas que con el manual no alcanzamos así como nos avisa si aplicamos demasiada fuerza.