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22 de julio de 2010

Mis aventuras en Parque Warner (Episodio II: el ataque voraz de las parejitas enamoradas)

Aprovechando mi día de libranza, hablaré un poquito sobre una especie habitual entre los visitantes: las parejitas.


En una montaña rusa, me enerba muchísimo cuando tienes 40 minutos de espera y dejas pasar a la gente, colocados previamente en sus correspondientes distribuidores, y una parejita que va de la mano, cuando ya todo el mundo se ha sentado, te llega y te suelta la frase clave:

- "No hay sitio".

Te paras, respiras, inspiras, y miras el tren. Hay dos asientos, lo que pasa es que estan separados.

- "Sí que hay, uno se sienta aquí, y otro se sienta ahí", respondo.

- "Es que queremos ir juntos", contestan poniéndome ojitos y dándose la mano fuertemente, demostrándo que su amor es inmenso, tanto que la separación les causa frustración.


Ahora es cuando empiezo a pensar: ¿es qué vais a ir comentando la atracción durante el viajecito? ¿Vais a sentir mayor o menor adrenalina por ir separados? Es una puñetera montaña rusa, te va a dar igual quién cojones vaya a tu lado porque los asientos son INDEPENDIENTES. Si se sentase el papa a tu lado, sentirías lo mismo y la experiencia sería la misma que si se sentase tu vecina la Encarna, la del 5º. Así que, observando toda la gente que está esperando para montar, y sabiendo que por ello no puedes reservar asientos a nadie (sería una falta de respeto hacia esas personas que estan esperando igual que estas parejitas), me toca ponerme en plan cabrón.

- "Uno se sienta aquí, y otro se sienta allí", insisto.

- "Pero..... Es que queremos ir juntos", insisten, volviendome a poner ojitos y volviendo a apretarse las manos, reafirmando su inmenso amor, reafirmando lo trágica y dolorosa que puede llegar a ser esa separación durante tres puñeteros minutos.

Así que evoluciono a operador cabrón nivel 3, y ya no hay vuelta atrás.

- "O tomáis esos asientos, o fuera", sacando pecho y con los brazos en jarra.

- "Pero..."

- "O tomáis esos asientos, o fuera", la zona de espera acaba de pasar de 40 a 45 minutos, la vena de mi cuello a pasado de 2 centímetros de diámetro a 4.

- "Pero..."

- "Fuera", y a tomar por culo.

- "Pero..."

- "Fuera".


Cuán grande será su amor, que han preferido irse después de haber esperado 40 minutos para poder montar a ir separados. Épico. Me dan ganas de hacer una balada inspirada en ese férreo amor tan pasional. Cuánto daño está haciendo Truñúsculo a la sociedad.

Otro caso típico de parejitas es en las sillas voladoras, para entendernos. Aquí se da el caso de que hay sillas dobles y sillas individuales, estando las dobles destinadas a niños que no llegan a cierta altura y tienen que ir acompañados de un adulto o a personas con minusvalía que también deben ser acompañados en estas sillas dobles. Las zonas de espara se dividen en dos, cada una destinada a un tipo de silla, individual o doble (que la gente se equivoque de fila por no leer los carteles es otro asunto). Vas a cargar a la gente, y te encuentras con que hay tres personas en la fila de individuales (habiéndo 32 sillas), y un porrón de gente para dobles (habiéndo solo 16 butacas, lo que viene siendo 8 parejas de papá con niño o de minusválido con responsable), estando la mayoría de esa gente capacitada para montar en sillas individuales. Muchos acceden a montar en individulaes, después de aclararles la función de esos asientos dobles. Y de repente ves a la parejita.

- "Vosotros podéis ir en individuales perfectamente, y así las personas que necesitan las sillas dobles tendrán que esperar menos", les explico con una educación y una empatía célebres.

- "Pero... Es que queremos ir juntos", joder, ya estamos tocando los huevos.

- "Os explico, chicos, las sillas dobles cumplen la función de permitir a ciertas personas que debido a su físico deben ir acompañadas el poder acceder a esta atracción, y si vosotros ocupáis una de esas sillas, ellos van a esperar mas tiempo para montar, pudiéndo ir vosotros en sillas individuales, que estan unas junto a las otras, no vais a ir tan alejados, o sea, vais a ir juntos, pero en asientos difernetes", vuelvo a explicar con mas detalles.

- "Ya, pero, es que queremos ir juntos", dos ostias les metía a cada uno.


Entonces les dejo pasar, no me queda otra, me disculpo a los padres que van a tener que esperar un ciclo más, y evoluciono a operador cabrón super saiyan. Los asientos dobles tienen un cinturon que se mete entre las piernas, sube por encima de los hombros en forma de V y se abrocha por detrás del asiento. Me llega el turno de revisar el asiento doble de la parejita.

- "A mí no me hace falta cinturón, ¿no?", me dice el que se ha colocado en ese asiento, poniéndome una risita inocente y ojitos.

- "Te has sentado en una doble por propia voluntad, ¿no?", le replico, con una sonrisa de oreja a oreja.

- "Sí, pero yo no me voy a caer", me dice seguro/a de sí mismo/a.

- "Pues el cinturón no se puede quedar suelto, te lo tienes que poner. Ala, chiqui (me encanta llamarles así), cuidado que te lo pongo", y me voy con mi sonrisa, disfrutando de su humillación.

Luego, después de estas cosas, yo me pregunto cómo vivirán estas parejitas, todo el día juntos, sin separarse mas de metro y medio, lo suficiente para respirar con autonomía, y supongo que lo de cagar en intimidad lo tienen que llevar fatal.

Próximamante, más aventuras.

9 comentarios:

Bob dijo...

Desde luego es un fenómeno inexplicable y carente de lógica. Si yo tuviese pareja me daría igual donde montar y en el caso de Fábrica de hielo de Mr Freeze iríamos a las sillas individuales con tal de jo fastidiar a aquellas personas que realmente necesitan las sillas dobles. En resumen no me explico como se puede demostrar el amor que sientes a tu pareja haciendo un uso irracional de las cosas.

Darido dijo...

solucion practica:
hacer montañas rusas individuales :D

Mario dijo...

"Me dan ganas de hacer una balada inspirada en ese férreo amor tan pasional"


... jaaaaajajajajajajajaja

En serio, flipo con la tontería que tienen encima algunos. Pero está claro que lo que hay que hacer es eso: o aceptas lo que hay o a tomar por culo, pesao.

En fin, un saludo!

mansi nishi dijo...

que cansinos! jajaja!!!

saludos!

Ricar2 dijo...

Me troncho con estas historias. Por cierto, he vuelto a releer lo que pusiste en el primer post acerca de mantenimiento, a raíz de lo que pasó en Tibidabo. ¿Qué opinión te merece? ¿Un accidente excepcional? ¿Error de mantenimiento (parece que ya habían revisado la atracción por un ruido)? ¿O un problema de crisis económica y ahorrarse 4 perras en mantenimiento? Por cierto, te paso este enlace: http://www.diagonalperiodico.net/El-crack-de-los-parques-tematicos.html

Aitor Maiden dijo...

@ Bob: fenómeno inexplicable no, recuerda que estan superenamorados, hay una especie de fuerza magnética que les impide alejarse.

@ Darido: tío, eres un genio.

@ Mario: y si sumas la tontería que tiene la parejita con la tontería que tienen algunos papás y mamás (ya les dedicaré un post) te puedes morir.

@ Manshi Nishi: muyyyyy cansinos!!

@ Ricar2: supongo que es un fallo que se suele comenter en ese tipo de parques de atracciones (Tibidabo, Parque de Atracciones de Madrid), donde se hace el mentenimiento básico anual, y el resto del año las atracciones sobreviven con "parches". Aunque en Parque Warner también se ponen muchos parches, la revisión de mantenimiento y de nuestro departamento es diaria, y las atracciones se cierran en caso de que presenten alguna anomalía que comprometa la seguridad. Así que supongo que lo que ha pasado ha sido la típica fórmula de mantenimiento: "así va bien", y luego pasa lo que tiene que pasar.

Mario dijo...

Eso eso, más post de anécdotas! Moooolan! ;D

Anónimo dijo...

jajajajaja es horrible, la peor atracción de todas con ese tipo de cosas es Venganza, no sólo con parejitas...

Espero el capítulo 3 =)

JasJ dijo...

muahaha, genial, bonita cantidad de bilis y mala baba...pero es que es verdad cojones, esas parejas "moco" acaban con la paciencia de cualquiera.